Etimología

Esta terminología presenta la noción etimológica de “acción de planear el orden de las actividades o de las partes” se compone con el vocablo griego ‘programma’, que significa “escrito antes”, junto con la terminación ‘ar’, constituyente de verbos.

En el presente, la idea de programar se relaciona más que todo, con el diseño y funcionamiento de aplicaciones de tipo informático y de juegos virtuales. Por lo general, es una tarea que llevan a cabo los profesionales de sistemas, aunque algunas personas empíricas también, empleando una herramienta con la capacidad de escribir el código, mismo que puede corresponder a uno o más lenguajes, como por ejemplo Java, entre otros, al igual que para traducirlo.

A este paso se le denomina “compilación”, un paso crucial para que el código se pueda ejecutar por la plataforma para la que se realizó, como un computador, un smarthphone, una consola, un televisor inteligente, etc.

Igualmente, es posible traducir el código por medio del proceso de la interpretación, que se enfoca en cada línea, hasta conseguir la traducción necesaria como para ejecutar una tarea. En los lenguajes para programar, se encuentra el grupo de los que es posible compilarlos, pero no pueden interpretarse y al revés.

Programar es una de las fases para la creación de un software. Gracias a ello, es posible determinar la estructura y las funciones de un programa, supervisando si se ejecutan de forma correcta o no.

Para programar se necesita que el algoritmo sea especificado, lo cual corresponde a una cadena de acciones y operaciones que el software debe efectuar con el fin de solventar algún problema. Por lo tanto, el programa ha de estar configurado en un lenguaje con compatibilidad y apropiado.

Programar también hace alusión de una serie de sucesos, dinámicas o programas televisivos contenidos en un día o determinado instante. Casi siempre, se programa en un formato de texto y se ordena de manera cronológica.

Tal es el caso de especificar los puntos del itinerario de un evento, como presentaciones musicales, artísticas, discursos, etc, o un listado de los programas de televisión con su correspondiente horario y fecha.

Desde una perspectiva netamente técnica, para programar se requiere emplear algoritmos, mismos que se definen como secuencias finitas y concretas, con un orden establecido, de directrices que se tienen que cumplir con el objetivo de solucionar algún problema y que además, pueden ser agrupadas y dotárseles de una denominación con la cual pueden invocarse instantáneamente, todas las veces que se requieran.

De igual forma que las personas necesitan del aire permanentemente, un programa informático requiere identificar la localización del cursor a cada segundo, al igual que sus acciones, como si se ha cliqueado, sostenido el clic, etc.

La mente humana es como un procesador informático, por ende, es factible programarla y reprogramarla.