Definiciona

diálisis

D - marzo 7, 2023

Definición

Sustantivo femenino. En medicina es un método de separación de pequeñas moléculas de otras más grandes en una solución mixta separando la solución del agua mediante una membrana, a través de la cual se difunden las moléculas pequeñas y dejan detrás a las más grandes, incapaces de atravesar la membrana. Proceso efectuado en pacientes con algún tipo de cáncer a fin de combatir las células cancerígenas.

Etimología

Esta palabra etimológicamente es de origen latino en el término «dialysis» que significa «disolución», procedente a su vez el  griego diálysis,  διάλυσις,  y en donde «diá», διά, adquiere la connotación de separación «a través de», y en donde lýsis λύσις tiene el significado de «disolución» o «descomposición».

El término «diálisis» fue acuñado por el nefrólogo norteamericano Willem J. Kolff en 1943, cuando desarrolló una máquina de diálisis para su uso en pacientes con insuficiencia renal. Antes de eso, los pacientes con insuficiencia renal eran tratados con dietas especiales y medicamentos para controlar los niveles de desechos en el cuerpo, pero la diálisis revolucionó el tratamiento al permitir la eliminación de desechos tóxicos a través de una máquina externa.

Desde entonces, la tecnología de la diálisis ha avanzado significativamente y ha mejorado la calidad de vida de muchas personas con insuficiencia renal. La diálisis se puede realizar en un centro de diálisis o en el hogar, dependiendo de la gravedad de la insuficiencia renal y de la preferencia del paciente.

Los pros y los contras de la diálisis

La diálisis también ha sido objeto de controversia y debates éticos. Uno de los principales debates en torno a la diálisis es el costo y la accesibilidad. La diálisis puede ser muy costosa y no está disponible para todas las personas que la necesitan, especialmente en países en desarrollo. Además, los pacientes que reciben diálisis regularmente necesitan tomar un gran número de medicamentos y pueden tener una serie de complicaciones relacionadas con el procedimiento.

Otro debate importante es la frecuencia y la duración de las sesiones de diálisis. Algunos expertos argumentan que las sesiones de diálisis deben ser más frecuentes y más cortas para mejorar la calidad de vida del paciente, mientras que otros aseveran que las sesiones más largas son más efectivas. Estos debates continúan y seguirán siendo importantes a medida que se busque mejorar la diálisis y su impacto en la vida de las personas.

Asimismo, este procedimiento ha sido objeto de investigaciones y desarrollos en el campo de la biotecnología y la ingeniería. Por ejemplo, los científicos están trabajando en la creación de tejidos artificiales que puedan reemplazar a los riñones dañados y reducir la necesidad de diálisis en los pacientes. Estos avances tienen el potencial de revolucionar el tratamiento de la insuficiencia renal y mejorar la vida de las personas afectadas.

La diálisis también ha tenido un impacto significativo en la vida de las personas que la reciben. La diálisis permite a las personas con insuficiencia renal prolongar su vida y mantener una calidad de vida decente, lo que les da la oportunidad de disfrutar de momentos especiales con sus seres queridos y llevar una vida activa y productiva.

Empero, la diálisis también puede tener un efecto negativo en la vida de la gente. Las sesiones de diálisis pueden ser incómodas y requieren una gran cantidad de tiempo y energía. Sumado a esto, los pacientes pueden experimentar complicaciones como dolores de cabeza, náuseas y fatiga después de las sesiones.

Se debe señalar que la diálisis es solo una solución temporal para la insuficiencia renal y no puede curarla. Por lo tanto, es importante que los pacientes que reciben diálisis sigan una dieta saludable y un estilo de vida activo, y controlen su salud de manera regular para garantizar que la diálisis sea efectiva.

La diálisis no es la única opción de tratamiento para la insuficiencia renal. Hay otros tratamientos disponibles, como el trasplante renal, que pueden ser una opción más a largo plazo y efectiva para algunos pacientes. Sin embargo, la diálisis sigue siendo una opción importante para aquellos pacientes que no son candidatos para un trasplante renal o que no tienen acceso a un trasplante.

Otro factor importante a considerar es la calidad de vida de los pacientes que reciben diálisis. Aunque este procedimiento permite a las personas con insuficiencia renal prolongar su vida, es necesario que se les brinde un tratamiento adecuado y un apoyo emocional para mejorar su calidad de vida. Esto puede incluir una dieta saludable, actividad física regular, acceso a servicios de apoyo y terapia psicológica.

Clases de diálisis

Hay tres tipos principales de diálisis: diálisis convencional, diálisis peritoneal y diálisis por hemofiltración.

Diálisis convencional: También conocida como hemodiálisis, esta forma de diálisis se realiza en un centro médico bajo supervisión. Durante la hemodiálisis, se conecta una máquina a un acceso vascular en el brazo, que se utiliza para bombear la sangre fuera del cuerpo y a través de un filtro especial para filtrar los desechos y el exceso de líquido. La sangre limpia se devuelve al cuerpo a través del mismo acceso vascular. La hemodiálisis se realiza generalmente tres veces por semana y dura de tres a cinco horas cada sesión.

Diálisis peritoneal: La diálisis peritoneal es un tipo de diálisis que se lleva a cabo en el hogar y utiliza el peritoneo, una membrana que reviste el interior del abdomen, para filtrar la sangre. Durante la diálisis peritoneal, se inserta un catéter en el abdomen y se infunde una solución especial de diálisis. La solución filtra los desechos y el exceso de líquido de la sangre a través del peritoneo. La solución se drena y se reemplaza varias veces al día.

En comparación con la diálisis convencional, que se realiza en un centro médico bajo supervisión, la diálisis peritoneal se lleva a cabo en el hogar y es un tratamiento más flexible y conveniente para muchos pacientes.

En la diálisis peritoneal, se inserta un catéter en el abdomen para que se pueda realizar el intercambio de líquidos. Una solución especial de diálisis se infunde en el peritoneo, donde se lleva a cabo la filtración. Después de un período determinado de tiempo, la solución se drena y se reemplaza con una nueva solución. Este proceso se repite varias veces al día, dependiendo de las necesidades individuales de cada paciente.

Hay dos tipos principales de diálisis peritoneal: la diálisis peritoneal continua ambulatoria (CAPD) y la diálisis peritoneal automática (APD). En la CAPD, la solución de diálisis se cambia manualmente por el paciente varias veces al día. En la APD, el proceso de intercambio de líquidos se realiza automáticamente durante la noche mientras el paciente duerme.

La diálisis peritoneal puede ser una opción atractiva para aquellos pacientes que desean una mayor libertad y flexibilidad en su tratamiento de la insuficiencia renal. Al permitir a los pacientes realizar el tratamiento en el hogar, la diálisis peritoneal les brinda la oportunidad de llevar una vida más activa y productiva, sin tener que acudir a un centro médico para recibir atención.

Sin embargo, es importante destacar que la diálisis peritoneal puede tener algunos desafíos, como la necesidad de realizar el tratamiento de manera consistente y adherirse a una dieta saludable. Además, algunos pacientes pueden experimentar complicaciones como infecciones o reacciones alérgicas a la solución de diálisis.

Diálisis por hemofiltración: La diálisis por hemofiltración es un tipo de diálisis que combina la diálisis convencional y la diálisis peritoneal. Durante la diálisis por hemofiltración, se utiliza una máquina especial para extraer la sangre fuera del cuerpo y a través de un filtro. Además, se infunde una solución de diálisis en el peritoneo para ayudar a filtrar los desechos y el exceso de líquido.

En general, la elección del tipo de diálisis depende de factores individuales, como la gravedad de la insuficiencia renal, el estado general de salud y las preferencias personales. Es importante que los pacientes hablen con su médico para determinar el tipo de diálisis más adecuado para su caso en particular.

Preparación del paciente de diálisis

Evaluación médica: Antes de comenzar la diálisis, es importante que una persona reciba una evaluación médica completa para determinar si es un buen candidato para este tratamiento y para determinar qué tipo de diálisis es el más adecuado.

Acceso vascular: Una de las partes más importantes de la preparación para la diálisis es la creación de un acceso vascular. Este acceso se utiliza para extraer la sangre fuera del cuerpo y para devolverla después de ser filtrada durante la diálisis. El acceso se puede crear a través de una operación o mediante un procedimiento percutáneo en el que se inserta un tubo en un vaso sanguíneo.

Entrenamiento: Antes de comenzar la diálisis, es importante que una persona reciba entrenamiento sobre cómo cuidar su acceso vascular y cómo llevar a cabo la diálisis en casa si es necesario. También se le enseñará cómo detectar y tratar cualquier complicación o infección.

Cambios en la dieta: Es posible que se le pida a una persona que haga cambios en su dieta antes de comenzar la diálisis. Estos cambios pueden incluir limitar la ingesta de proteínas, sodio y potasio.

Control de medicamentos: Es posible que una persona deba ajustar sus medicamentos antes de comenzar la diálisis. Es importante que hable con su médico sobre cualquier medicamento que esté tomando y si es necesario hacer ajustes.

Seguimiento médico: Es importante que una persona reciba un seguimiento médico regular después de comenzar la diálisis. Esto incluirá chequeos regulares para evaluar la función renal y para detectar cualquier complicación.

Efectos adversos y secundarios

Dolor y malestar: Durante la diálisis, es posible que una persona experimente dolor y malestar en la zona del acceso vascular. Estos síntomas pueden ser leves o moderados y generalmente desaparecen poco después de la diálisis.

Fatiga: Muchas personas experimentan fatiga después de la diálisis. Esto puede ser debido a la pérdida de líquidos y electrolitos durante el tratamiento.

Náuseas y vómitos: Es posible que una persona experimente náuseas y vómitos después de la diálisis. Estos síntomas pueden ser debidos a la pérdida de líquidos y electrolitos durante el tratamiento.

Dolor muscular: Es posible que una persona experimente dolor muscular después de la diálisis. Esto puede ser debido a la pérdida de líquidos y electrolitos durante el tratamiento.

Dolor en el pecho: Es posible que una persona experimente dolor en el pecho durante o después de la diálisis. Este dolor puede ser debido a una complicación con el acceso vascular o a una reacción alérgica a la solución de diálisis.

Infección: Una de las complicaciones más comunes de la diálisis es la infección. Es importante que una persona siga las instrucciones de su equipo de atención médica para prevenir la infección y detectarla de manera temprana si ocurre.

Alergia a la solución de diálisis: Es posible que una persona experimente una reacción alérgica a la solución de diálisis. Esto puede incluir hinchazón, dolor en el pecho y dificultad para respirar.