Encuesta

Definición

Sustantivo femenino. Este termino se refiere a un grupo, conjunto o recopilación de preguntas de tipo tipificadas que esta representado mediante una muestra representativa de un grupo social para indagar estados de opinión o también mediante una cuestión que lo afectan. Pesquisa, indagación, sondeo, averiguación o información.

Etimología

Esta terminología proviene del latín «inquisitio», que significa «investigación» o «examen». Se compone de varias raíces etimológicas: «Inquisitio», que proviene del verbo latino «inquirere», que significa «buscar» o «indagar». Esta raíz también se utiliza en palabras como «inquisitivo» e «inquisición». «Examen«, que proviene del verbo latino «examinare», que significa «examinar» o «evaluar». Esta raíz también se utiliza en palabras como «examen» y «examinador». La palabra «encuesta» se formó a partir del término «inquisitio» en el idioma latín, que luego evolucionó al español.

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Las encuestas son una herramienta de investigación que consiste en recoger información de un grupo de personas sobre un tema de interés. El propósito de las encuestas es obtener datos que permitan describir, analizar o comparar las características, opiniones o actitudes de la población objetivo.

Éstas pueden tener diferentes tipos y modalidades, dependiendo del diseño, la muestra, el método de recolección y el análisis de los datos. Algunos ejemplos de encuestas son: censos, sondeos, entrevistas, cuestionarios, etc. Las encuestas pueden tener diversas aplicaciones en diferentes campos del conocimiento, como la sociología, la psicología, la economía, la política, la educación, la salud, etc.

Aportan información valiosa para la toma de decisiones, la evaluación de programas o políticas públicas, la identificación de problemas o necesidades sociales, la medición de la satisfacción o el bienestar de los usuarios o clientes, etc.

Historia de las encuestas: ¿Cómo surgieron las encuestas y cuál ha sido su evolución a lo largo de los siglos?

Las encuestas tienen una larga historia que se remonta al siglo XIX, cuando se realizaron los primeros sondeos electorales en Estados Unidos. Sin embargo, fue en el siglo XX cuando las encuestas adquirieron un rigor científico y una difusión masiva, gracias al desarrollo de la estadística y los medios de comunicación.

Uno de los pioneros de las encuestas modernas fue George Gallup, un periodista y matemático estadounidense que fundó el Instituto Americano de Opinión Pública en 1935. Gallup introdujo el método muestral, que consiste en seleccionar una muestra aleatoria y estratificada de la población que refleje sus características demográficas y sociales. Con este método, Gallup logró predecir correctamente el resultado de las elecciones presidenciales de 1936 en Estados Unidos, desafiando las predicciones erróneas de otras fuentes basadas en muestras más grandes pero menos representativas.

Las encuestas se extendieron por el mundo tras la Segunda Guerra Mundial, especialmente en Europa, donde se crearon institutos similares al de Gallup. Las encuestas se utilizaron para medir la opinión pública sobre diversos temas políticos, sociales y culturales, así como para pronosticar los resultados electorales. Las encuestas también se convirtieron en un instrumento de comunicación y propaganda política, ya que los medios de comunicación y los partidos políticos las emplearon para influir en la opinión pública y orientar sus estrategias de campaña.

La historia de las encuestas ha estado marcada por aciertos y errores, avances y desafíos. Las encuestas han contribuido al conocimiento de la sociedad y a la consolidación de la democracia, pero también han enfrentado críticas por su fiabilidad, validez y ética. Las encuestas han tenido que adaptarse a los cambios sociales, tecnológicos y culturales que han afectado a la población y a sus actitudes. Las encuestas siguen siendo una herramienta relevante e innovadora para la investigación social en el siglo XXI.

Diseño de encuestas: ¿Cómo se diseñan las encuestas y cuáles son los elementos clave para asegurar su validez y fiabilidad?

El diseño de encuestas es el proceso de crear una encuesta eficaz con la intención de recopilar información valiosa de un público. Diseñar una buena encuesta incluye decidir su objetivo, elegir las preguntas adecuadas, personalizar su apariencia y probarla antes de enviarla.

Existen varios factores que influyen en el éxito o fracaso de una investigación, y el diseño de encuestas es uno de ellos, así que se deben considerar las siguientes recomendaciones:

Medio para recopilar datos: Desde el principio de la investigación se debe tener claro qué medio se utilizará para recopilar los datos. Hay muchas maneras de obtener información, entre las más comunes están las entrevistas, los grupos focales, encuestas telefónicas y las encuestas online. Cada medio tiene sus ventajas y desventajas, por lo que se debe elegir el más adecuado para el tipo de estudio y el público objetivo.

Esfuerzo para responder: Se debe evitar hacer preguntas que añadan una carga más pesada, dificultando al encuestado y generando un índice de respuesta bajo. Se recomienda usar un lenguaje claro y sencillo, evitar preguntas complejas o técnicas, y limitar el número y la variedad de tipos de preguntas (opción múltiple, escalas, cuadros de texto, etc.).

Lógicas inteligentes: Se pueden usar lógicas para guiar a los encuestados por el camino correcto y recolectar datos de valor. Por ejemplo, se pueden usar filtros para mostrar u ocultar preguntas según las respuestas anteriores, o saltos para dirigir a los encuestados a diferentes secciones de la encuesta según sus características o preferencias.

Personalización: Se puede personalizar la encuesta con los colores corporativos, el logotipo y el diseño a la medida de las necesidades. También se puede usar la inserción de texto dinámico para adaptar el contenido de la encuesta al perfil o al comportamiento del encuestado. Por ejemplo, se puede usar el nombre del encuestado o una respuesta previa para hacer la encuesta más personal y relevante.

Prueba: Antes de enviar la encuesta, se debe probar su funcionamiento y su apariencia en diferentes dispositivos y navegadores. También se puede pedir la opinión de otras personas sobre la claridad, la longitud y el interés de la encuesta. Así se pueden detectar y corregir posibles errores o inconvenientes que afecten la calidad de los datos.

Análisis: Una vez recopilados los datos, se debe analizarlos con herramientas adecuadas para extraer información útil y significativa. Se pueden usar reportes en tiempo real, gráficos estadísticos, infografías, análisis de texto avanzado o exportación de datos a otros formatos o plataformas. También se puede comparar los resultados con otros estudios o fuentes para validar o contrastar las conclusiones.

Estos son algunos de los elementos clave para asegurar la validez y fiabilidad del diseño de encuestas. No obstante, también se debe tener en cuenta el propósito, el contexto y el público de cada investigación para adaptar la encuesta a sus características específicas.

Tipos de encuestas: ¿Cuáles son los diferentes tipos de encuestas que existen y cuál es su enfoque?

Las encuestas pueden clasificarse según diferentes criterios, como el medio de comunicación, el objetivo, la frecuencia y el tipo de preguntas. A continuación se describen algunos de los tipos de encuestas más comunes y su enfoque. Según el medio de comunicación, las encuestas pueden ser:

Por correo: El cuestionario se envía por servicio postal. Es una modalidad poco usada actualmente.

Telefónica: Se hacen llamadas telefónicas al público objetivo. Es una forma rápida y económica de obtener datos, pero puede tener problemas de cobertura y rechazo.

Personal: Se efectúa de forma presencial. El entrevistador puede realizar las preguntas o entregar el cuestionario al entrevistado. Es una forma más directa y flexible de obtener datos, pero puede tener sesgos por la influencia del entrevistador o el entorno.

Online: Se utilizan los medios virtuales como el correo electrónico o las redes sociales. Es una forma muy popular y accesible de obtener datos, pero puede tener problemas de representatividad y veracidad.

Según el objetivo, las encuestas pueden ser:

Descriptivas: Buscan crear un registro sobre las características o actitudes de una población en un momento determinado. Por ejemplo, cuántas horas al día pasa en las redes sociales.

Analíticas: Buscan explicar y describir un problema o una hipótesis a partir de los datos obtenidos. Por ejemplo, si existe una relación entre el nivel de educación y el hábito lector.

Según la frecuencia, las encuestas pueden ser:

Transversales: Se realizan en un solo momento o periodo de tiempo. Por ejemplo, una encuesta electoral antes de las elecciones.

Longitudinales: Se realizan en varios momentos o periodos de tiempo para observar los cambios o las tendencias. Por ejemplo, una encuesta sobre el clima laboral cada año.

Según el tipo de preguntas, las encuestas pueden ser:

Abiertas: Permiten al encuestado expresar libremente su opinión o respuesta. Por ejemplo, ¿Qué le gusta más de nuestro producto?

Cerradas: Ofrecen al encuestado opciones limitadas o fijas de respuesta. Por ejemplo, ¿Está satisfecho con nuestro servicio? Sí/No/Regular.

Selección de la muestra: ¿Cómo se selecciona la muestra para realizar una encuesta y cuáles son las implicaciones de la muestra en los resultados?

La selección de la muestra es un proceso fundamental para realizar una encuesta, ya que de ella depende la calidad y la representatividad de los datos obtenidos. La muestra es el conjunto de individuos o unidades de análisis que se eligen para participar en la encuesta, y que deben ser una fracción representativa de la población objetivo o universo de estudio.

Existen diferentes métodos para seleccionar la muestra, que se pueden clasificar en dos grandes grupos: los métodos probabilísticos y los métodos no probabilísticos. Los métodos probabilísticos se basan en el principio de equiprobabilidad, es decir, que todos los elementos de la población tienen la misma probabilidad de ser elegidos para formar parte de la muestra.

Estos métodos garantizan la representatividad de la muestra y permiten estimar el margen de error y el nivel de confianza de los resultados. Algunos ejemplos de métodos probabilísticos son el muestreo aleatorio simple, el muestreo estratificado, el muestreo por conglomerados y el muestreo sistemático.

Los métodos no probabilísticos se basan en criterios subjetivos o de conveniencia para seleccionar la muestra, sin tener en cuenta la probabilidad de cada elemento. Estos métodos no garantizan la representatividad de la muestra ni permiten estimar el margen de error y el nivel de confianza de los resultados. Algunos ejemplos de métodos no probabilísticos son el muestreo por cuotas, el muestreo por conveniencia, el muestreo por bola de nieve y el muestreo intencional.

La elección del método de muestreo depende del objetivo y el diseño de la encuesta, así como de los recursos disponibles y las características de la población. En general, se recomienda utilizar métodos probabilísticos siempre que sea posible, ya que ofrecen mayor rigor y validez científica. Sin embargo, en algunos casos puede ser necesario o conveniente utilizar métodos no probabilísticos, por ejemplo cuando la población es muy heterogénea o difícil de acceder, o cuando se busca explorar un fenómeno poco conocido o emergente.

Bibliografía ► Definiciona.com (28 marzo, 2023). Definición y etimología de encuesta. Recuperado de https://definiciona.com/encuesta/