ética

Definición

Rama de la filosofía encargada de reflexionar sobre el sentido de la existencia humana y de su actuar y DEBER en relación consigo mismo y con los demás teniendo como punto de partida criterios sobre lo bueno y lo malo, de la virtud y de la felicidad, así como nociones sobre la libertad y la voluntad. La ética puede ser una disciplina reflexiva, descriptiva y, a veces prescriptiva (véase deontología), que se encarga o bien de sacar a la luz lo que una cultura concibe como bueno y malo, o bien de alcanzar por medio del raciocinio nociones de justicia y de lo bueno para que los hombres puedan actuar en consecuencia; el “deber ser”.

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Etimología

p dir=»ltr/»>La palabra ética proviene del griego ethikós ἠθικός, y es un problema de la existencia humana que se ha abordado teóricamente por la filosofía desde la antigüedad hasta el presente. Asimismo halla su origen del griego antiguo «ethos» (ἔθος), que significa «costumbre, hábito, carácter moral». Está compuesta por dos raíces etimológicas: «ethos», que traduce «carácter, modo de ser». El sufijo «-ica», que indica una relación o pertenencia a una categoría.

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Esta terminología ha sido adoptada en varios idiomas, incluyendo el inglés, el francés, el italiano y el alemán. En inglés, la palabra «ethics» se utiliza con el mismo significado que en español. En francés, «éthique» también se utiliza para referirse a los principios y valores que rigen el comportamiento humano. En italiano, «etica» tiene el mismo significado. En alemán, «Ethik» se usa para hacer alusión del estudio y reflexión sobre el carácter moral y la conducta humana.

La ética y la moral

Cada época del pensamiento tiene paradigmas éticos, así como contiene posiciones distintas ( por ejemplo, la de Platón contrasta con la de Aristóteles) No existe un acuerdo unánime sobre «el deber ser del hombre», de hecho, con Nietzsche se llegó a cuestionar la existencia de lo bueno o lo malo como una entidad metafísica (existente per se) y con Freud se puso en entre dicho la existencia de una libertad tal y como la concebimos.

A diferencia de la moral, la ética se encarga de abstraer y conceptualizar la razón de ser de ciertas acciones con valor social haciendo a un lado los decálogos de buen comportamiento, que corresponden más al área de la moral. Así, la ética se propone conceptualizar lo bueno, lo malo, así como la justicia y demás virtudes, y evaluar el lugar que tienen en la vida individual y comunitaria de un sujeto y el sentido que tiene o no actuar de determinada manera.

En últimas, la ética es una de las ramas más profundas de la filosofía porque se ocupa de dotar de contenido teórico y de sentido la acción moral del hombre; así mismo se ocupa de pensar el sentido de su vida en relación con su actuar.

Comúnmente suele confundirse la ética con la moral y encontramos que cotidianamente se usan expresiones como “poco ético” sobre acciones que tienen que ver más con el campo de la moral y no tanto con la ética, ya que entendemos como moral a un conjunto de normas de comportamiento que tienen razón de ser en unos imaginarios de bondad o maldad arraigados y poco cuestionados en una determinada cultura.

También se suele emplear el término ética en relación con una área profesional específica y su decálogo de buena conducta respecto a los saberes propios de la profesión, su ejercicio y su impacto y deber para con la sociedad; esto que se conoce como “ética profesional”.

La ética profesional

La ética profesional es un tema fundamental en el mundo laboral y empresarial. Se refiere a los principios y valores éticos que deben guiar la conducta de los profesionales en el ejercicio de su trabajo y en sus relaciones con los demás. La ética profesional es esencial para establecer relaciones de confianza con los clientes, compañeros de trabajo y con la sociedad en general.

La ética profesional se basa en principios éticos fundamentales como la honestidad, la integridad, la responsabilidad, la imparcialidad y el respeto. Los profesionales deben ser honestos y transparentes en sus acciones y decisiones, respetando las leyes y normas que regulan su actividad. La integridad es fundamental para ganar la confianza de los clientes y compañeros de trabajo, y para demostrar que se está comprometido con la ética en todo momento.

La responsabilidad ética implica asumir la responsabilidad de las consecuencias de nuestras acciones y decisiones, especialmente cuando éstas afectan a otras personas. Los profesionales deben ser conscientes de que su conducta puede tener un impacto significativo en la sociedad y en el medio ambiente, y tomar medidas para evitar o minimizar los efectos negativos.

La imparcialidad es esencial en la ética profesional, ya que los profesionales deben tratar a todos los clientes y compañeros de trabajo con equidad, sin discriminación de ningún tipo. Es importante no permitir que los prejuicios personales o los intereses propios influyan en la toma de decisiones, y actuar siempre en beneficio del cliente o de la empresa.

El respeto es fundamental en la ética profesional, ya que implica valorar y reconocer los derechos y la dignidad de los demás. Los profesionales deben tratar a todos con respeto, incluso cuando se enfrentan a situaciones difíciles o conflictivas. Igualmente implica reconocer y valorar la diversidad de culturas, opiniones y perspectivas.

La ética profesional se aplica en todas las áreas y sectores, desde la medicina y la ingeniería hasta la banca y los negocios. La ética profesional es fundamental para mantener la confianza del público en las profesiones y para asegurar que los profesionales actúen de manera responsable y ética en todo momento.

La ética periodística

La ética periodística se refiere a los principios y valores éticos que deben guiar la conducta de los periodistas en su trabajo y en su relación con el público. La ética periodística es esencial para mantener la credibilidad y la confianza del público en los medios de comunicación y en el papel importante que desempeñan en la sociedad.

Uno de los principios fundamentales de la ética periodística es la precisión y la veracidad. Los periodistas deben asegurarse de que sus informaciones sean precisas y veraces, sin distorsionar la realidad ni exagerar los hechos. Asimismo, deben ser transparentes en la forma en que se obtienen y se presentan las informaciones.

Otro principio importante de la ética periodística es el respeto por la privacidad y la dignidad de las personas. Los periodistas deben evitar la intromisión en la vida privada de las personas y respetar su dignidad y derechos humanos. Es menester evitar la difamación y el sensacionalismo, y tratar a todas las personas con equidad y sin discriminación.

La imparcialidad y la objetividad son principios esenciales de la ética periodística. Los periodistas deben informar de manera objetiva y equilibrada, presentando todas las perspectivas y opiniones relevantes en una historia. Deben evitar la parcialidad y el partidismo, y actuar con integridad y ética en todo momento.

La responsabilidad social es otro principio fundamental de la ética periodística. Los periodistas tienen la responsabilidad de informar de manera precisa y veraz sobre los problemas y las cuestiones importantes de la sociedad. También deben ser sensibles a las necesidades y preocupaciones de las comunidades a las que sirven y fomentar el debate informado y constructivo.

La ética periodística también abarca cuestiones como la independencia editorial, la transparencia y la rendición de cuentas. Los periodistas deben ser independientes y no estar sujetos a presiones o influencias que puedan comprometer su integridad. Al igual deben ser transparentes en sus prácticas y procesos de trabajo, y rendir cuentas ante el público.

La ética médica

Se refiere a los principios y valores éticos que deben guiar la conducta de los profesionales de la salud en su relación con los pacientes, sus colegas y la sociedad en general. La ética médica es esencial para garantizar una atención médica justa, equitativa y de alta calidad para todos los pacientes.

Uno de los principios fundamentales de la ética médica es el respeto por la autonomía del paciente. Los médicos deben respetar la capacidad del paciente para tomar decisiones informadas sobre su atención médica, incluyendo el derecho a aceptar o rechazar tratamientos y procedimientos médicos.

Los médicos deben informar a los pacientes sobre los beneficios, los riesgos y las alternativas de los tratamientos, y asegurarse de que los pacientes comprendan plenamente la información antes de tomar una decisión.

La no maleficencia es otro principio fundamental de la ética médica. Los médicos deben evitar causar daño a los pacientes y trabajar para minimizar el riesgo de complicaciones y efectos secundarios de los tratamientos y procedimientos médicos. Además, deben informar de manera honesta y transparente sobre los riesgos y las posibles complicaciones de los tratamientos y procedimientos.

La beneficencia es un principio que implica que los médicos deben actuar en el mejor interés del paciente y trabajar para mejorar su salud y bienestar. Esto puede incluir la prescripción de tratamientos y medicamentos adecuados, la derivación a especialistas cuando sea necesario, y la promoción de la prevención de enfermedades y la educación para la salud.

La justicia es otro principio importante de la ética médica. Los médicos deben garantizar una atención médica justa y equitativa para todos los pacientes, independientemente de su raza, género, orientación sexual, religión, origen étnico o socioeconómico. Los galenos deben asegurarse de que los recursos limitados se utilicen de manera justa y equitativa.

La confidencialidad es un principio ético importante en la relación médico-paciente. Los médicos deben respetar la privacidad de los pacientes y mantener la confidencialidad de su información médica, excepto en los casos en que la ley exige su divulgación. Los profesionales de la salud también deben proteger la información médica de los pacientes de cualquier uso no autorizado.

Usos y aplicaciones de ética

La palabra ética se usa para:

-referirse al corpus teórico encargado de reflexionar sobre lo bueno, lo malo, la libertad, la voluntad y el deber ser del hombre.
-para referirse a las prescripciones de conducta.
– para referirse al modo de actuar de una persona de acuerdo a los principio de su profesión.
-para referirse a la conducta de una empresa teniendo como referencia sus políticas.

Una de las teorías más antiguas sobre el origen de la ética se remonta a la antigua Grecia, donde filósofos como Platón y Aristóteles argumentaban que la ética se basa en la razón y en la naturaleza humana. Según Platón, la virtud es un conocimiento que se adquiere mediante la educación, mientras que Aristóteles argumentaba que la virtud se alcanza mediante el hábito y la práctica.

En la Edad Media, la teología cristiana también tuvo una gran influencia en el desarrollo de la ética. San Agustín argumentaba que la ética se basa en la voluntad divina, mientras que Tomás de Aquino desarrolló la teoría de la ley natural, según la cual las leyes morales se derivan de la naturaleza humana y de la razón.

En la Ilustración, filósofos como Immanuel Kant y Jeremy Bentham desarrollaron teorías éticas que se basan en la razón y en la utilidad, respectivamente. Según Kant, la ética se basa en el deber y en la razón, mientras que Bentham argumentaba que la ética se basa en el principio de la utilidad, es decir, en la búsqueda del mayor bienestar para el mayor número de personas.

En la actualidad, hay una gran variedad de teorías éticas que se basan en diferentes enfoques. Algunos filósofos argumentan que la ética se basa en la evolución y en la selección natural, mientras que otros sostienen que la ética se basa en la empatía y en la compasión. Otros enfoques incluyen la teoría de la justicia de John Rawls y la teoría de la virtud de Alasdair MacIntyre.

Una de las preguntas más fundamentales en el campo de la ética es qué es lo que determina lo que es moralmente correcto o incorrecto. Algunas teorías argumentan que la moralidad es intrínseca, es decir, que existe una verdad moral objetiva y que se puede descubrir mediante la razón. Otras teorías argumentan que la moralidad es subjetiva, es decir, que depende de la opinión o la perspectiva individual.

La ética también se ocupa de cuestiones prácticas, como la forma en que debemos actuar en situaciones específicas. Por ejemplo, la ética empresarial se ocupa de cuestiones como la responsabilidad social corporativa, la toma de decisiones éticas en el lugar de trabajo y la conducta de los líderes empresariales.

En la actualidad, la ética también está en el centro de los debates sobre la tecnología y la inteligencia artificial. A medida que la tecnología avanza y se vuelve más autónoma, surgen preguntas sobre la responsabilidad ética de los desarrolladores y los usuarios. Por ejemplo, ¿es ético desarrollar robots que puedan tomar decisiones por sí mismos? ¿Cómo podemos asegurarnos de que las decisiones tomadas por la inteligencia artificial sean éticas?

La ética es un campo de estudio en constante evolución, ya que las sociedades y los valores cambian con el tiempo. Sin embargo, su importancia no puede ser subestimada, ya que nos ayuda a reflexionar sobre la forma en que vivimos y nos relacionamos con los demás. La ética nos invita a ser conscientes de nuestras acciones y a tomar decisiones que tengan en cuenta el bienestar de los demás, así como de nosotros mismos.

En la ética, también es importante analizar los diferentes dilemas éticos que se presentan en la vida cotidiana. Un dilema ético es una situación en la que se deben tomar decisiones difíciles y delicadas, que involucran cuestiones de moralidad y justicia.

Un dilema ético común es la elección entre la verdad y la lealtad. En ocasiones, la verdad puede resultar dañina o perjudicial para alguien, pero la lealtad puede implicar ocultar información importante o engañar a alguien. Otras veces, nos encontramos en situaciones en las que debemos elegir entre el bienestar de un individuo o el bienestar colectivo. En estos casos, se debe sopesar el valor de la justicia y el bien común contra la importancia de proteger los derechos individuales.

En la ética, también se habla mucho de la responsabilidad. La responsabilidad ética implica asumir las consecuencias de nuestras acciones y ser conscientes de cómo nuestras decisiones pueden afectar a los demás. La responsabilidad ética también implica reconocer la importancia de las acciones colectivas y cómo estas pueden contribuir al bienestar o al daño de la sociedad en su conjunto.

En el presente, la ética también está relacionada con los derechos humanos y la justicia social. La justicia social se refiere a la creación de una sociedad más justa e igualitaria, en la que todos los individuos tengan acceso a las mismas oportunidades y derechos. La ética también se preocupa por el respeto y la protección de los derechos humanos, incluyendo la dignidad, la libertad y la igualdad.

Bibliografía ► Definiciona.com (10 marzo, 2023). Definición y etimología de ética. Recuperado de https://definiciona.com/etica/